UN ACERCAMIENTO A LA FAMILIA DESDE UNA PERSPECTIVA SOCIOLÓGICA
Desde el siglo pasado, los estudios relacionados con la familia han centrado el interés de las ciencias sociales, especialmente de la Sociología y de la Antropología, sin embargo los estudios de Familia en la Sociología son tan antiguos como la propia Sociología como Ciencia.
Pese a las grandes transformaciones del mundo contemporáneo, de los progresos científicos y tecnológicos que generan a su vez un nuevo sistema de vida, la familia sigue siendo el habitat natural del hombre. En su seno no solo viene al mundo, inaugura sus emociones y sentimientos, descubre un aspecto de la existencia, sino también continúa viviendo y busca su felicidad y bienestar. De igual manera, la posibilidad de bienestar de la familia está íntimamente ligada y condicionada por el desarrollo y equilibrio de la sociedad.
La familia como red social primaria es esencial en cualquier etapa de la vida; es el primer recurso y el último refugio en la vida del hombre. Ella como grupo de intermediación entre el individuo y la sociedad, constituye un determinante importante no solo para realizar una investigación de familia o de orientación familiar, sino para cualquier análisis de edad.
El ser humano hace valiosa y significativa su vida cuando desarrolla todas sus aptitudes y satisface sus más altas necesidades, y para lograr este anhelo, esta aspiración vital, debe realizarse en la familia, en el trabajo y en la sociedad.
La familia como objeto de investigación, no es una categoría abstracta sino histórica, su vida y sus formas están condicionadas por el régimen económico social imperante y por el carácter de las relaciones sociales en su conjunto. Por esta razón se hace patente en nuestros días una preocupación cada vez más creciente por investigar las mutuas interacciones entre familia y sociedad, y configurar programas de acción acordes a cada disciplina de las ciencias sociales, a fin de hacer posible un desarrollo más integral y armónico de la familia.
Es imprescindible por tanto, para las organizaciones sociales en su conjunto, reconocer que todo lo que sucede en la familia repercute a un nivel más amplio, trasciende su ambiente particular para influir en la sociedad en su conjunto.
El orden de la exposición obedece entonces a las tesis formuladas a continuación:
1. El desarrollo familiar puede analizarse tanto a un macro como a un micro nivel.
2. La particularidad de la concepción de la familia como institución social radica en que las relaciones familiares se presentan como un subsistema que se integran como una totalidad y se relaciona con un sistema más amplio que es la sociedad general.
3. La interpretación de la familia como grupo se representa en un modelo conceptual como un sistema pequeño, de relaciones interpersonales, íntimas y afectivas.
4. La concepción pedagógica humanista reconoce a la familia como uno de los factores de mayor incidencia en la educación de la personalidad de los niños, adolescentes y jóvenes.
5. Las funciones atribuidas a la familia cambian según el régimen socioeconómico imperante y el carácter de sus relaciones sociales.
5. Las funciones atribuidas a la familia cambian según el régimen socioeconómico imperante y el carácter de sus relaciones sociales.
Desarrollo
Pensar la familia desde la Sociología es ya una mirada distinta que nuclea a los representantes de esta Ciencia y ella se sustenta sobre el modelo de la diferencia.
Las primeras ideas sobre la entidad social que representa la familia, aparecen ya en su padre fundador: Augusto Comte, aunque su representación sobre la familia se identifica aún con la línea del pensamiento social tradicional que lo antecedió de corte moralista, y tal enfoque relativiza la posición científica que tanto reclamó para la Sociología. En su obra, sin embargo, se perfilan algunos supuestos que más tarde desarrollarían los positivistas.
El primero se refiere a que la familia es concebida como una unidad social básica de toda la estructura social, de ella nacen las otras formaciones sociales. A pesar de ser Comte un teórico del evolucionismo, sus juicios sobre la familia sólo aparecen asociados a su estática social en la cual la familia se muestra como una institución social de control que tiene la función de la satisfacción del sexo.
La preponderancia del enfoque institucional en los estudios sociológicos de la familia en el siglo XIX no sólo se debe al desarrollo propio de la especialidad, está también determinada por la creencia en algunos sociólogos de que la Sociología era la ciencia que estudiaba a las instituciones sociales.
Si nos atenemos a la característica que se infiere de una institución social y la comparamos con una estructura grupal, es necesario acotar lo distintivo de la familia frente a otras formas de organización de la vida social, es que ella es un grupo y opera también como una institución social sui géneris.
¿En qué consiste el enfoque institucional?
La familia es, en primera instancia una forma de organización de las relaciones sociales. Para cualquier sociólogo, la particularidad de su concepción como institución social radica en que las relaciones familiares se presentan como un subsistema que se integra como una totalidad y se relaciona con un sistema más amplio que es la sociedad general, y con la cual establece lazos de interdependencia.
El enfoque institucional de al familia nació bajo el influjo de la idea de la sociedad en progreso, y la explicación sobre los orígenes de la familia y las diferentes etapas de su desarrollo se interpretaba en estrecha relación con las transformaciones sociales más generales que en el ámbito público se producían. Las determinantes del desarrollo familiar se buscaban en factores externos: económicos, políticos, del derecho, demográficos, de urbanización, la moral social, en la relación entre producción y reproducción, etc. Lo cual no quiere decir que se ignoraron siempre los factores internos.
La concepción de la familia como célula básica de la sociedad nace en este modelo, y ella no sólo destaca la influencia que la sociedad ejerce sobre la familia, sino también el papel creador de la misma en el desarrollo de diferentes estructuras sociales de la modernidad y de conductas y valores sociales que se socializan en ese espacio. Lo principal que se deriva del modelo es que familia y sociedad-macro son dos variables recíprocamente determinadas, aunque algunos sociólogos efectivamente destacaron más el papel activo de la sociedad frente al de la familia.
La comprensión de la familia como institución social presupone entender el orden familiar como una estructura cuya integración depende de una reglamentación jurídica y moral: de deberes y derechos que se distribuyen desigualmente entre los miembros parientes y que regulan las conductas y determinan las jerarquizaciones de roles y status. Existe algún orden regulador que legitima su existencia y la familia se define mejor como estructura cuando el orden es del tipo jurídico.
Tal enfoque movió los estudios de familia hacia una perspectiva macrosociológica que se interesaba en la familia como unidad universal o total: la familia en la sociedad primitiva, civilizada, en diferentes culturas, en distintas épocas, clases sociales, razas y territorios urbanos o rurales.
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